¿El paso del zapato cerrado a las sandalias te de horror y te resulta una tortura? Descubre cómo cuidar tus pies para que luzcan impresionantes en tus sandalias y chanclas e incluso descalzos. No los escondas, ¡mímalos!
Es una realidad: mientras duran los meses de frío y los escondemos en medias, calcetines y leotardos,nos olvidamos de que nuestros pies existen, a pesar de que durante prácticamente todo el día estánsometidos a agresiones. Soportar todo el peso del cuerpo, ampollas, deshidratación, durezas y heridas provocadas por el calzado incómodo…
Si este verano quieres que tus pies estén tan impresionantes como el resto de tu cuerpo, y que no se venguen por la falta de atención doliendo y molestando, no olvides cuidarlos a fondo: una higiene adecuada, las uñas bien cortitas (mejor si las cortas con forma recta) y mucha hidratación son los tres pilares de unos pies bonitos.
Cada día, después de la ducha, hidrátalos bien con un producto a tu gusto: textura gel, crema, loción, manteca… tienes una opción para cada necesidad. Si los tienes muy secos y deshidratados, opta por las texturas más ricas y potentes, perfectas para reparar.
Si llegas de la calle con los pies hinchados y/o cansados, nada mejor que lavarlos en primer lugar con un jabón refrescante para a continuación alternar baños de sales con agua fría y caliente: el contraste de temperaturas estimula la circulación y la reactiva, ayudando a mejorar la hinchazón.
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